Osadísimo proyecto artístico-político, al punto que el Presidente Roosevelt contactó a Chaplin para motivarlo por la oposición de la industria cinematográfica a su propuesta. La película logra un balance casi imposible: una sátira cómica de Hitler, al tiempo que una contundente denuncia pública sobre el Holocausto de los judíos, erigiéndose como el primer largometraje anti-Nazi de la historia. Chaplin, quien fuera la leyenda del cine mudo realiza uno de los discursos más memorables de la historia del cine, un manifiesto humanista en su máxima expresión.
lunes, 6 de enero de 2014
El Gran Dictador - Charles Chaplin, Estados Unidos
Osadísimo proyecto artístico-político, al punto que el Presidente Roosevelt contactó a Chaplin para motivarlo por la oposición de la industria cinematográfica a su propuesta. La película logra un balance casi imposible: una sátira cómica de Hitler, al tiempo que una contundente denuncia pública sobre el Holocausto de los judíos, erigiéndose como el primer largometraje anti-Nazi de la historia. Chaplin, quien fuera la leyenda del cine mudo realiza uno de los discursos más memorables de la historia del cine, un manifiesto humanista en su máxima expresión.
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